Reto Módulo 1
En el reto de hoy hablaré sobre la desigualdad de género que existe en mi ámbito de trabajo y cómo la entiendo yo perteneciendo a dicho colectivo.
Soy mujer y Guardia Civil y en mis casi 18 años en activo puedo decir que nunca me he sentido, ni me han hecho sentir, inferior a mis compañeros por medio de la Institución. Las oposiciones se dan de manera pública, pudiendo inscribirse y presentarse cualquier persona, pudiendo ascender o especializarse en las distintas opciones que se ofrecen y cuando cumples los requisitos que se te piden puedes pedir cualquier vacante que exista, etc. Independientemente del género.
Por supuesto, sí que he conocido y he trabajado con personas que tenían una percepción distinta del papel que representa la mujer en la Guardia Civil y con los que he tenido, en alguna ocasión, algún choque. Pero no debemos de olvidar que la Guardia Civil, al igual que cualquier otro trabajo, representa a la sociedad y la diversidad es absoluta.
Ahora bien, si nos ponemos “las gafas violeta” y analizamos técnicamente la desigualdad, en base al número de efectivos que existen actualmente en el cuerpo, sí que se da esa desigualdad entre géneros, pero que desde mi humilde opinión en base a mi experiencia profesional no se debe a una desigualdad de género, es decir, que no se da por el género de las personas que componen o quieren componer el Cuerpo.
En los últimos 12 años la presencia femenina ha aumentado solamente 3 puntos, lo que repercute directamente en que el número de mujeres que se encuentran en las escalas superiores y por ende, en puestos de mando, es inferior también. Lo mismo ocurre en las distintas especialidades, 21 en total, que aunque existe presencia femenina en muchos casos es escasa.
La mujer lleva 35 años presente en la Guardia Civil, alguno más si contamos su papel como matronas durante la guerra civil, conformando un 8,5% total de la plantilla frente al 91,4% de hombres, siendo la diferencia abrumadora y sorprendente, ya que ellas representan el 51% de la población.
La propuesta para acortar esa distancia entre hombres y mujeres es la creación de medidas de acción positiva para fomentar la presencia femenina. Dichas medidas tendrán una aceptación temporal, hasta que se cubran los porcentajes establecidos anualmente.
En la propuesta inicial era la reserva del 40% de las plazas para las mujeres, siendo explicado de la siguiente manera “se dará preferencia al aspirante mujer sobre el hombre... [...].
La presencia de la mujer en cualquier esfera de la vida es totalmente necesaria. Independientemente del trabajo que sea, del rol que sea o del poder que vaya a tener.
Si la presencia de la mujer en la Guardia Civil no termina de obtener números equitativos no creo, desde mi humilde opinión, que sea por un problema de desigualdad de género, sino que es una opción y una decisión personal de las propias aspirantes que prefieren optar por otro tipo de trabajos.
En el caso de la Guardia Civil puede ser que no resulte un trabajo del todo atractivo para determinadas mujeres debido a la oposición, la disposición a la movilidad geográfica a la que te arriesgas, al trabajo en sí mismo, etc. Pero sin olvidar que nadie las discrimina a la hora de acceder por su género.
Las mujeres son libres de elegir el trabajo que quieran y tienen, por supuesto, la capacidad de hacer cualquier cosa que se propongan, a la vista está.
BIBLIOGRAFÍA:
https://theobjective.com/espana/2023-02-20/gobierno-perdido-cupo-femenino-guardia-civil/
https://www.guardiacivil.es/es/prensa/noticias/8415.html
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